domingo, 7 de enero de 2007

Tamaño y Forma


El pene, ese órgano con propiedades increíbles (puede aumentar varias veces su tamaño y endurecerse como un potente músculo), tiene como parte final el glande, en cuyo extremo está el meato urinario, estando envuelto por el prepucio, una piel que está limitada en su movimiento por el frenillo. Para lograr entrar en erección dispone del cuerpo esponjoso y los cuerpos cavernosos, algo así como una escopeta de dos cañones dispuesta a ser cargada. La munición es bien simple: la sangre que debe llenar las numerosas y pequeñas cavidades, mientras que el gatillo dependerá de nuestra compañera y la imaginación que le echemos.


En el adulto, el pene promedio, en estado de flaccidez, tiene una extensión en longitud que oscila entre los 4 cm y los 10 cm. Algo más de 2 cm de diámetro y alrededor de 7 cm de circunferencia. No obstante, el tamaño es variable de hombre en hombre y de situación en situación. En estado de erección, el pene promedio mide de 12 a 16 cm de longitud, con un diámetro de no más de 4 cm y alrededor de 10 a 11 cm de circunferencia. Estando en estado de flaccidez, no será lo mismo medir el pene en ambientes templados o cálidos, que en ambientes húmedos y fríos. Los tejidos genitales tienden a encogerse con el frío, y a dilatarse con el calor.


La obsesiva preocupación por el tamaño lleva a los hombres jóvenes a consultar a especialistas en endocrinología o urología y abandonar prácticas deportivas, por el temor a ser vistos y comparados en los vestuarios. Ignoran, la mayoría de las veces, que en esos ambientes de temperaturas frías, se provoca una disminución significativa del tamaño. Además, los genitales son sensibles a la exposición frente a los demás, a la mirada de otros, por eso no es extraño que en privado todo el mundo tenga un mayor tamaño que en público.
Hay muy poca relación entre el tamaño del pene y la musculatura o el atractivo físico, así como en la capacidad de proporcionar placer a una compañera. Los jóvenes, por su inexperiencia, dan más importancia al tamaño de los pechos de la mujer que a su capacidad de participar en el coito, lo mismo que ellas consideran que un atractivo chico tiene que ser, por fuerza, un potente semental. Luego y sobre el tamaño, deberán aprender que no se mide en estado flácido, sino erecto, y que es más importante mantenerlo así durante 20 minutos, que un mayor tamaño que se desinfla en apenas dos minutos.


Tampoco creas esas tonterías que hablan sobre el tamaño de los negros o los orientales, ni confunda a un hombre muy viril y agresivo con alguien igualmente potente a nivel genital. Por supuesto, tampoco existe relación entre el tamaño del pene y el tamaño del cuerpo, o determinadas zonas de él, como son las manos o los pies.




La creencia de que un pene grande proporciona mayor satisfacción sexual en la mujer, se encuentra tan extendida como aquella que asocia una mujer de culo o pechos grandes con su eficacia sexual. Estos mitos que aún perduran son los responsables de muchas disminuciones en la autoestima de la gente joven, inhibiciones sociales importantes, y angustias y preocupaciones que se extienden por años. Pero es difícil convencer a un joven que las mujeres no se fijan en el tamaño o aspecto de los genitales, cuando ellas mismas miran obsesionadas el “paquete” de los hombres.
Afortunadamente, y una vez en la cama, ellas valoran mucho más el modo, las diferentes maneras de acercarse, de ser acariciadas, de ser atendidas, que el tamaño del pene que las está penetrando. Aunque visualmente un gran tamaño puede servir para encender los motores (igual que ocurre con un cuerpo de mujer atractivo), la satisfacción y el orgasmo de una mujer no están relacionados con el tamaño o forma peneana, porque solo el tercio externo de la vagina posee una sensibilidad importante.

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